AMAR SIN BARRERAS

Publicado el 4 de agosto de 2024, 16:52

 

AMAR SIN BARRERAS 

 

 

 

 

 

 

Por: GAEL BUENDIA/



Desde hacía rato que la respiración de las dos parejas se intensificaba, la de la joven mujer además iba acompañada de leves suspiros acallados en algunas ocasiones por los besos de su pareja. Como mudos testigos, el mundo animal del bosque veía como el hombre fue despojando una por una las prendas de la mujer. Lo primera fue la blusa que resbaló lentamente por la espalda hasta llegar al suelo, no sin antes deslizarse o debo decir acariciar el lindo trasero de la dama en cuestión.

 

A leguas se veía que el hombre tenía mucha experiencia para estas lides, ya que los expertos dedos desabrocharon los broches del sostén quien antes de deslizarse por el suelo se detuvo en los pechos de la mujer, tal parecía que se resistía en dejar al descubierto aquellos pezones quienes se irguieron orgullosamente al solo contacto de los dedos expertos del hombre.

 

Sus cuerpos, cada vez invadidos por la pasión, se restregaban uno del otro, mientas que los chasquidos de sus besos se confundan con el ruido del bosque.

 

Solo basto desabrochar un botón para que la falda cayera precitadamente al suelo, quedando al descubierto las bragas, quien celosamente cubrían las partes íntimas sin dejar nada a la imaginación, incluyendo la parte delantera que sobresalía el bulto de vello púbico.

 

La mujer muy solícita ayudo a su hombre a despojarlo de su camisa para en seguida desabrochar el short del hombre dejando al descubierto un bulto que discretamente cubría los calzoncillos

 

Sin dejar de prodigarse caricias besos, los dos se deslizaron por el mullido follaje, mientras que no muy lejos de ah se oían como las olas del mar chocaban contras los peñascos para luego tranquilamente volver a su cauce.

 

-No sé cómo llegaste a mi vida, pero agradezco al cielo tenerte así en mis brazos -le susurro el hombre al oído y continuo – no te pido que me ames, solo te ruego que me dejes amarte y prometo hacerte muy feliz….

 ¿Quieres? 

 

- Sí, sí quiero, hazme tuya… tócame, ve como me tienes… - dijo la mujer guiando la mano del hombre a su entrepierna para luego posar la palma de su mano en la virilidad de este y veo que tú también estás listo.

 

-Si también estoy a punto de llegar al clímax, sin embargo, …. – las palabras del hombre fueron acalladas por los labios de la mujer que se prendieron en un ardiente beso, mientras que las manos de ambos hurgaban dentro de sus prendas íntimas. Los dedos de él se deslizaron por el fino bello buscando el “botoncito” el cual no le fue difícil encontrarlo, ya que erguido, majestuosamente, sobresalía del fino vello.

 

-Como ves estamos listos los dos deseamos que esto llegue a su culminación, ¿estás de acuerdo? Dijo el hombre

 

-Sí, sí, estoy de acuerdo, llévame a conocer la vida láctea.  Hazme sentir ser mujer y te viviré eternamente agradecida ¡aaaahhh ¡! 

 

Un profundo suspiro hizo convulsionar a la mujer debido a los dedos expertos del hombre que froto primero suavemente los labios de la vulva para luego introducir el dedo índice… y proceder a que sus cuerpos tuvieran continuación 

 

Lo demás fue historia, pero, antes es menester mencionarlo, la luna muy discreta se ocultó mientras ocurría aquella entrega. Las olas del mar chocaron con más fuerzas sobre las rocas con el fin de acallar los gritos de placer de la mujer, quien al momento de alcanzar el clímax toda la galaxia celestial se le presentó por su mente.

 

Las aves con sus cánticos se intensificaron seguido por el croar de las ranas y demás ruidos del mundo animal de aquel bosque, celebrando aquella entrega de dos enamorados.

 

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