HUYEN TALAMONTES; DESMANTELAN OCHO ASERRADEROS.
Ciudad de México, a 3 de agosto de 2023.
HUYEN TALAMONTES; DESMANTELAN OCHO ASERRADEROS.
Por TOMÁS ROJAS MADRID/
Luego de años y años de impunidad y contubernio con autoridades, finalmente las bandas de talamontes han tenido que huir y abandonar los aserraderos que instalaron en los bosques ubicados en los límites de la Ciudad de México y el Estado de Morelos, hasta donde llegaron las corporaciones policiacas, la Guardia Nacional y el Ejército para poner órden.
Los operativos comenzaron desde el pasado lunes en la zona de Huitzilac, en donde los talamontes llevaron a cabo bloqueos en la carretera federal para presionar a las autoridades con dicionando el retiro de los uniformados.
De nada sirvieron los bloqueos, la quema de llantas, las barricadas, pues la Guardia Nacional y loa policía ingresaron a los bosques en busca de los aserraderos que poco a poco van dejando sin árboles las montañas de Morelos y de la Ciudad de México.
Trasciende que, hasta el momento se han desmantelado ocho aserraderos, y asegurado varias toneladas de madera, y decenas de árboles talados para ser convertidos en polines y todo tipo de estructura para la construcción.
MAFIAS DE LA MADERA
Tal y como lo mencionamos al inicio, los grupos de talamontes se fueron convirtiendo en mafias debido a que el comercio de madera deja mucho dinero, muchos millones, porque el comercio no solo es con empresas del país sino del extranjero.
Ningún individuo ajeno a los aserraderos podía ingresar a los bosques pues se exponía a ser tiroteado, o al menos secuestrado por los mafiosos bajo la condicionante de no volver a la zona bajo el riesgo de ser asesinado.
La policía tampoco tiene acceso a esas zonas boscosas, pues los elementos son recibidos a balazos por gente que se oculta entre la maleza.
En esta ocasión, los talamontes “doblaron las manos” debido al gran número de elementos que se sumaron a los operativos.
Más de ocho cientos uniformados, apoyados por drones y un helicóptero fueron suficientes para poder ingresar al bosque para enfrentar a los enemigos de la ecología llamados talamontes, pues no tuvieron más remedio y huyeron dejando los talleres donde partían los árboles para comercializar la madera.
Los operativos continúan, y los talamontes se escudriñan, en espera del retiro de la tropa para volver a dominar el bosque, es casi seguro de ello.
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