CARTA ABIERTA A….
PAPÁ NOEL...
P R E S E N T E:
Desde algún rinconcito del mundo a 22 de diciembre de 2024. ¿Sabes? Afuera no cesa de llover, y si no fuera por el goteo molesto y constante que cae en un balde, os juro que nos arrullaría. ¡Por Dios¡¡! La lata de todos los años, de cambiar las láminas de nuestro techo, aun así, un clavo mal puesto, filtra el agua que cae en mi habitación. ¡En fin, qué le vamos a hacer aquí, nos tocó vivir y ni modo!
Bien, lo que os quiero pedir no es para beneficio mío o… ¡Miento! Sí que todo lo que sucede en mi país nos perjudica a todos, ya que un día sí y otro también la violencia está en todo su apogeo. Y me pregunto: ¿en qué momento se perdieron los más esenciales valores.
¡Cómo fue que perdimos aquella tranquilidad que reinaba en cada barrio y en todo el país! Lo más triste es que éramos felices y no lo sabíamos. Por eso mismo quiero rogarte que uses toda tu influencia para que le pidas a nuestro Redentor que toque los corazones de aquellos seres que escogieron el camino equivocado para que vuelvan al redil.
Y además quiero decirte, mi querido Noel, que, aunque no seas mi amigo, te deseo una feliz travesía para que realices tu labor de año satisfactoriamente. Y si por casualidad te sobrara un presente, por favor, te ruego hacerlo llegar a un niño o niña con más necesidad.
Por mí no te preocupes, ya que lo único que deseo es salud y vida, eso me la ha entregado sin pedírselo nuestro HACEDOR, ¡así que, ¡qué más puedo pedir!
Por lo tanto, me siento muy afortunado, ya que con esos dones me permitirá estar al cuidado del tesoro que me ha otorgado en el ocaso de mí....vi… da… afuera sigue el chipi, chipi mis parpados, los siento muy pesa... dos…
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