
AL FIN QUE NI QUERÍA… CLAUDIA
A SIMPLE VISTA
Por: Gael Buendia/
Desde algún rinconcito de California a 19 de enero de 2025. Únicamente algunas horas nos separan para que Donald Trump tome posesión como el 47 presidente de los Estados Unidos de Norteamérica y, según los medios, todo está preparado para que el magnate jure y perjure poniendo las manos sobre la Biblia que respetará y hará respetar la Constitución.
Y por supuesto, conociendo cómo es el carácter voluble del próximo inquilino de la Casa Blanca, no es de extrañarse el que no haya recibido la invitación a la toma de su investidura por lo que seguiré los sabios consejos de alguien que los plasmo cuando él sintió en carne propia el desdén de una invitación. Es por ello que aquí van los 4 consejos del tema de un desaire… PRIMERO ¡NO TE HAN INVITADO, NO VAYAS…!
La verdad sea dicha, ni me va ni me viene el que me haya ignorado total después de todo. ¿Qué atención merezco para que se me tome en cuenta en esos actos de alta envergadura… pero... ¡Qué mal se vio Trump, que haya ignorado con toda alevosía y ventaja a su homóloga, la "Prasadanta!" C/A Claudia Cheinbaum! La raza comenta que no es de gente de bien nacida, que se ignore a personajes de su misma alcurnia.
Aunque si bien es cierto, la "prasadanta" C/A se lo tiene bien merecido por entablar amistad con la clase de gente que tiene ideas comunistas y hay que recordar, en este país, a la doctrina comunista, ¡uy ni tocarla con el pétalo de una rosa. Así que el segundo consejo es para Claudia. NO TE HAN DICHO O INVITADO, NO PREGUNTES
Podría ser que a última hora uno de los asesores de Donald Trump le diría: “Sr. Si usted me lo permite, quiero sugerirle que recule sobre su decisión de mandarle invitación a su homóloga y al individuo que siempre lo ha criticado, recuerde que en política hay que ser diplomático” Es posible que Donald Trump empiece con sus pasitos tun. Tun señal de que está indeciso en sus decisiones y diga “I wil think about it”
TE INVITAN A LA ÚLTIMA HORA...
De ser así, es decir, si a última hora me llegará la invitación, mi postura sería... ¡¡¡RECHAZA! Ya que si te invitan a última hora, es señal que no estabas en los planes del anfitrión y algo le hizo cambiar de opinión que decidió a última hora enviarte la invitación.
Y aunque tu rechazo es una decisión muy drástica, pero en realidad encierra una importante reflexión sobre cómo valoramos nuestro tiempo y cómo nos tratamos a nosotros mismos.
Es muy común que cuando recibimos una invitación de último momento, sentimos la presión de aceptarla por temor a perder la oportunidad de socializar o por el miedo a decepcionar a alguien. Sin embargo, aceptar estas invitaciones de manera constante puede llevarnos a descuidar nuestra propia salud mental y emocional.
Me imagino que ustedes, al igual que yo, cada mañana se avientan el mañanero, pero aclaro yo, después de aventarme un recórcholis y un cáspita, me aviento un cafecito para que me reanime. Y ustedes, si no me equivoco lo primero que hacen al abrir sus ojitos tapatíos es prender el televisor para oír la sarta de mentiras que pregona la "prasadanta" C/A.
Uno de los paleros que se presentan a diario se atrevió a preguntar: “”Señora prasadanta ¿su opinión por el que no fue invitada?“” ¿La susodicha con el rostro desencajado balbució …? “No pasa nada”, —y remato— “Al fin que ni quería”.

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