¿UN FIN DE SEMANA…?
Por: Gael Buendía
A Simple Vista
Nuestros rostros intercambiaron una sola mirada para luego entrecerrarse al momento en que nuestros labios se unieron en un beso lleno de ternura. Ternura que se convirtió en fuego. No hubo necesidad de palabras; nuestros pasos nos encaminaron a la playa para calmar el fuego que nos laceraba el alma.
Con el ruido de las olas nos infundimos abrazados para olvidarnos del mundo y sobre todo de la rutina que nos tenía atrapados.
¿Un fin de semana? ¡Qué bueno hubiera sido! ¡No, no fue un fin de semana! Solo fueron un par de horas, pero… eso sí, 120 minutos aprovechados, teniendo como testigo el mar encrespado y nosotros ahogados en el fuego de nuestra pasión.
Una pertinaz lluvia nos cubrió hasta el alma. ¡Te imaginas si hubiera sido un fin de semana!, El cielo se hubiera quebrado en mil pedazos después de amanecerme 3 noches en tus brazos. No hubo juramento de amor eterno, y por mi parte lo que venga ya es ganancia. Solo sé que cuando vuelva a mirarte te entregaré lo que tengo prendida en mi alma.
En silencio besaste mi mano y la verdad hubiera querido ser adivino para saber qué pensamientos pasaban por tu mente.
¡Ay, qué tristeza tan grande me llevo en el pecho! Tristeza y angustia de solo pensar que no me volveré a verme en tus ojos y si acaso te volviera a ver... Entonces que sea ¡UN FIN DE SEMANA…!
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