¿SABES QUE TE QUIERO...?
Por: Gael Buendía
Aquel hombre caminaba por esos senderos de sin rumbo fijo, sin buscar a nadie en especial, pero esperando encontrar lo que en sus sueños se le reveló… ¡Algo más que imposible!
Y así anduvo vagando por todos los poblados como un Romeo buscando a Dios poco después de haber sufrido una desilusión. Juro nunca más entregar su corazón (cuál si ya se lo habían destrozado) De nada había servido haber construido una casita pequeña para quien le había entregado su vida entera.
Y fue así que cierto día decidió correr la legua en busca de paz espiritual jurando… ¿Jurando qué?
Y ahora que siente las manos tibias de esa mujer recorriendo despacio sobre su piel, agradece al Creador haber encaminado sus pasos donde estaba ella en las orillas del río, secando su larga cabellera que cae sobre sus hombros.
-“Quiero abrazarte todo lo que resta de mi vida” Dijo embelesado por la belleza y sencillez de esa mujer.
- Ella solo sonrió y echó a andar sin emitir palabra alguna, pero sus ojos le indicaron que la acompañara. Y fue siguiendo su caminar, como un lobo en celo, hasta su hogar. Un hogar humilde, pero bien ordenado, se adivinaba que ahí había manos de mujer
Atrás quedaron las promesas que se habían hecho a sí mismos: “”no volver a enamorarme”. Y así pasaron los días, él cada día más engreído y ella haciendo que lo fuera queriendo día tras día.
“Sabes que te quiero”, ¿verdad? Le susurró al oído y, por toda repuesta, lo condujo a su recámara en donde despedía el olor a esencia de mujer y a rosas, rosas rojas y blancas que estaban en un jarrón.
Sus bocas se unieron en un beso tierno, mientras que sus manos apresuradas despojaban sus prendas. Y cuando sus cuerpos quedaron completamente desnudos
“”No sé quién eres ni de dónde vienes, Vagabundo, pero no me importa y quiero decirte que me has conquistado con tus detalles y tu forma de expresarte y quiero que sepas que no soy la mujer que quizás te has imaginado. He tenido ya …
“Calla, mujer, no quiero saber nada de tu pasado. “Sabes que te quiero”, ¿verdad? Dijo callándola con un beso ardiente… Mientras que afuera, la luna discretamente se fue ocultando tras una nube, ya que no quería ser testigo de aquellos dos seres que buscaron que sus cuerpos hubiera continuación….
Mientras que en el interior de la recamara besos, suspiros y promesas se oían afuera el reino animal seguía en su ajetreo nocturno….
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